Se inicia en Ojébar, junto a la Ermita de Santa Ana, edificio popular del siglo XVII. A partir de ahí se va ascendiendo hasta La Vista y Regato Calero, donde se encuentra un mirador que permite una gran visual de los montes circundantes, núcleos de población y de la desembocadura del Asón. El camino en estos primeros tramos discurre entre prados cerrados y cabañas, creando espacios de interés etnográfico. Remontando éstos, el sendero se interna por un paisaje cárstico erosionado que ha dado lugar a lapiaces estructurales de notable desarrollo y belleza. Junto a una alambrada, esta senda se hace coincidente con el GR-123 a su paso por Cantabria. 

Al final la ruta se interna en el municipio de Ramales para acabar en el Picón del Carlista de 737 m que recibe este nombre por utilización como lugar privilegiado en las Guerras Carlistas. Desde este punto se pueden contemplar unas impresionantes vistas del Valle de Carranza. En su entorno se pueden contemplar entre otras especies, alimoches y colonias de buitre.